Por María Orsini
La palabra ¨Arte¨ha significado muchas cosas distintas en épocas distintas. Sin ninguna duda las manifestaciones artísticas contemporáneas son consecuencia de una gran sacudida de hábitos de pensamientos racionales, un descorrimiento de las apariencias y un permiso y acceso a verdades subjetivas más elevadas.
El artista de este tiempo de individualidades, necesita sentir que su obra es realmente algo único -producto de sus manos- en un mundo en que tantas cosas son fabricadas en serie por máquinas. Y en esa necesidad de inventar una modernidad propia, la vanguardia incorpora objetos manufacturados no tradicionales. El espectador recibe estímulos adicionales al encontrarse con materiales que nos dan una imegen informalista, que desborda fuera de los postulados. Las obras de vanguardia muestran un impulso particular alrededor de las relaciones entre el arte y la vida, entre la pintura y la escultura como disciplinas violentadas. En la vanguardia, la vieja materialidad de lo artístico se rompe y una nueva materialidad se condensa en sus significaciones y en su presencia corpórea y conceptual.
La obra de Malena Pire es un producto único, enhebrado de alambres, cuerdas, telas, clavos, explosiones constantes de objetos, acciones intervenciones, construcciones, ensamblajes de materiales innobles que habitualmente se tiran a la basura, resarciéndolos de su inatención, los transforma por derecho y por revés y nos construye el misterio de sus vericuetos.
En las últimas décadas el arte se caracteriza por la disolución de los límites, deslimitando áreas acotadas y al hacerlo pone de manifiesto un fenómeno de acceso, autorepresentación del ser viviente. Lo reprimido emerge en una metáfora propia de tensiones ignoradas; ella intenta expresar lo innombrable, sin referentes, ni en la realidad ni en el arte.
La obra de Malena nos lleva a las fronteras de escultura-pintura, la tela pasa a ser materia de escultura.La multiplicación de elementos, la resonancia sorda del negro, los toques kistch; Malena secciona, rebana, divide, articula los fragmentos en el espacio con un tratamiento artesanal distanciado, perfeccionista y con un control absoluto de los mismos, mixtura los elementos axtraartísticos forzados a coexistir en su mundo de obseciones morfológicas. Hay un deleite visual en tanta energía elaborada, un juego de equilibrio y desequilibrio de fuerzas opuestas, de espacios vacíos fríos e inaccesibles, cargados de angustia cósmica y la constante irrupción latigante de extrañas metáforas abstractas, mitológicas, logradas pos la metamorfosis de elementos que nos hablan de una existencia terrenal lúdica. El espíritu humano es ambivalente e indomable, el mundo contradictoirio de Malena nos habla de presencias y ausencias. En sus composiciones fantásticas, apocalípticas, en esta lucha apolínea entre la vida y al muerte, y en esta vida y muerte, Malena desafía las leyes de la naturaleza, ignora las barreras formales entre tiempo y espacio. Malena se adelanta y preanuncia una victoria dionisíaca. En una cultura propensa a pactar con los convencionalismos que estrecha la vida y la visión de las personas, la obra de Malena Pire desoye los mandatos de los circuitos legitimados. La post-modernidad busca otras alternativas. No es fácil encontrar artistas comprometidos con su propia línea. Se advierte una fuerza y una franqueza consigo misma poco usuales.
Malena solamente se escucha a sí misma.
Una historia de la antigua Persia cuenta que un flautista fabricó su propia flauta y comenzó a tocar tan sólo un único tono y tocó así, cerrando los ojos durante mucho años...su único tono. Un día las personas de su aldea le hicieron ver que todos los demás fautistas tocaban tonos armónicos y melodías agradables y completas, con un tipo de flauta que todos conocían. El flautista contestó que no era culpa suya, si ya él había encontardo la nota que otros todavía estaban buscando.
Malena Pire es una sinfonía en un tono único y vibrante, nace del caos fecundo de su creación y se desvanece en el aullido de un silencio prolongado.
Pasíon, Vida y Un deseo
Club Social Chacabuco
Julio 2003
